La respiración diafragmática o abdominal es la más adecuada y, sin embargo, la menos usada. El diafragma es el músculo que más participa en la respiración, tiene forma de cúpula y se ubica entre el tórax y el abdomen, en la base de los pulmones. Al inspirar se contrae y se aplana; mientras el aire es expulsado de los pulmones el diafragma recupera su forma abovedada y permanece relajado,
¿Cómo ejercitar la respiración diafragmática?
- Acostado boca arriba con las rodillas flexionadas (se puede colocar un almohadón para ayudar a sostenerlas) y con una almohada bajo la cabeza; o sentado con las rodillas flexionadas y los hombros, el cuello y la cabeza relajados; o de pie en situaciones tranquilas.
- Colocar una mano en la parte superior del pecho y la otra sobre el abdomen para poder percibir el movimiento del diafragma al respirar.
- Aspirar lentamente por la nariz (aproximadamente tres segundos); la mano que está en el abdomen debe subir y la que está sobre el pecho permanecer quieta.
- Exhalar lentamente (aproximadamente tres segundos), por la nariz o la boca, la mano que está sobre el abdomen debe recuperar la posición inicial y la mano en el pecho permanecer quieta.
- Hacer una pausa antes de la siguiente inspiración.
Al principio se requiere esfuerzo pero a medida que avanza el entrenamiento esta respiración se torna sencilla y automática.
¿Cuáles son sus ventajas?
- El aire llega a todo el pulmón y la sangre se oxigena mejor
- Requiere un mínimo esfuerzo muscular
- Disminuye el número de respiraciones por minuto
¿Cuándo se usa la respiración diafragmática?
- Control crisis de angustia
- Control de la respiración (cantantes, locutores)
- Disminución del trabajo respiratorio (pacientes con EPOC)
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